Cuando se habla de Florencia, el pensamiento corre inmediatamente al Duomo, a los Uffizi y al Ponte Vecchio. Pero la cuna del Renacimiento no es solo arte e historia: también ha sido un laboratorio de innovación tecnológica.
La empresa imposible: llegar a Fiesole
A finales del siglo XIX, el desafío era llevar pasajeros a lo largo de la empinada subida que conecta Florencia con Fiesole. Los tranvías a vapor se quedaban cortos, los de caballos no eran suficientes: la pendiente parecía insuperable.
El giro eléctrico de 1890
La solución llegó con la electricidad. El 19 de septiembre de 1890 Florencia inauguró el primer tranvía eléctrico italiano, un evento que dejó a la opinión pública sin palabras. La noticia causó tal revuelo que incluso se habló de una carrera especial con el rey Humberto I y la reina Margarita.
Florencia, ciudad que no deja de innovar
Desde el genio de Miguel Ángel hasta la revolución del transporte, Florencia sigue sorprendiendo. Una ciudad capaz de unir tradición y modernidad, manteniéndose siempre un paso adelante.