Finanzas

Tasas altas, beneficios estelares: "Un trienio de oro" para los bancos italianos

Desde 2022 hasta hoy, beneficios récord por más de 112 mil millones. ¿Pero ahora se ha acabado la fiesta?

Tasas altas, beneficios estelares: "Un trienio de oro" para los bancos italianos

Los bancos italianos acaban de cerrar un trienio sin precedentes. Según los datos difundidos por la FABI (Federación Autónoma de Bancarios Italianos), desde 2022 hasta 2024 las entidades de crédito han recaudado más de 112 mil millones de euros en beneficios antes de impuestos, gracias sobre todo al aumento de los tipos de interés decidido por el Banco Central Europeo.

2024 marca el nuevo récord

Solo en el último año, el sistema bancario ha logrado 46,5 mil millones de euros en beneficios, un aumento del 14% respecto a 2023. Un resultado que consolida una tendencia explosiva iniciada con el alza de los tipos en 2022 y que ha hecho aumentar los márgenes sobre los intereses activos, es decir, los ingresos por los préstamos concedidos a familias y empresas.

Un cambio de rumbo tras años inciertos

¿El verdadero punto de inflexión? 2022, cuando los beneficios alcanzaron los 25,5 mil millones, interrumpiendo una fase plana iniciada en 2018. Entre 2018 y 2021, de hecho, los beneficios se habían mantenido entre 15 y 16 mil millones al año, con una caída a solo 2 mil millones en 2020, durante la pandemia. Desde entonces, la recuperación ha sido constante y rapidísima.

Nunca tan bien, ni siquiera antes de 2008

Ni siquiera en los "buenos tiempos" previos a la crisis de 2008 los bancos habían registrado resultados tan elevados. El aumento de los tipos, iniciado a mediados de 2022, ha relanzado la rentabilidad de la intermediación crediticia, es decir, la actividad que genera beneficios prestando dinero.

Pero ahora los tipos bajan: ¿y después del oro?

Con el BCE que ya ha comenzado a reducir los tipos – hoy al 2% – se abre para los bancos una nueva fase, donde la rentabilidad podría volver a enfriarse. Terminada la era de los márgenes fáciles, las entidades deberán repensar modelos de negocio y estrategias comerciales para mantener el ritmo.